No te pongas triste ante una despedida...

Una despedida es necesaria para volver a encontrarse, y un reencuentro, después de un momento o de toda una vida, es inevitable cuando se ha querido de verdad. **

lunes, 12 de diciembre de 2011

El increible mundo de... los pinos de Navidad !

Este fin de semana hemos vuelto a Wurzburgo. Llegamos el viernos por la tarde noche después de pararnos a cenar en un japonés en el centro de la ciudad. EL restaurante era bastane grande y estaba adornado con los típicos dragones japoneses. La comida era bastante buena y la cena estuvo amenizada por un grupo que celebraban la cena de empresa y que intercambiaban regalos (el amigo invisible me imagino) de lo más variopinto.

A pesar de estar más al sur el tiempo en Wurzburgo es más frío que en Bonn. El domingo por la mañana, a las 10, cuando fui a Misa (si, aunque parezca increible, fui a misa, lo cual no dejó de ser una experiencia) hacía -1º. Estaba todo blanco. Yo, ilusa o inexperta en la materia como ustedes prefieran, pensaba que era nieve, pero Traudl me explicó que era Iceblumen o lo que viene siendo en español, escarcha helada.

Bueno, a lo que vamos, el sábado fui con los abuelos algo típico navideño en Alemania: cortar el pino de Navidad. Normalmente son los abuelos los que hacen esto con los nietos, lo cual es la excusa perfecta para que los papis aprovechen para hacer las compras navideñas. Salimos a las 10 y media de la mañana, hacha y sierra en mano. Ellos también llevaban las botas de agua, yo por desgracia me las olvidé aquí. Cojimos con el coche por un camino por el medio del campo, y llegamos, señoras y señores, a lo que yo llamaría el carrefour de los pinos de navidad !!

Se trata de la típica finca con árboles sembrados, en este caso pinos o abetos (la verdad es que no se la diferencia), todos en filitas, distribuidos en 3 parecelas: una con los pinos que se han plantado este año (baby pinos), otra con los que se plantaron el año pasado, que aún no están aptos para la venta, y la otra donde están todos los que puedes elegir. Los hay más altos, más bajos, medianos, redondos, muy anchos o muy delgados, con pocas ramas por arriba, frondosos, verdes o azulados... ¡Cuán interesante es el mundo de los pinos! y qué díficil es elegir uno entre tantos. De cuanto en cuanto tienen uno decorado, para que el cliente vea el "resultado" me imagino.

Después de varias vueltas por fin encontramos el pino perfecto para no nosotros: no muy grande, porque es para interior y verde (aunque a mi me gustaban más los azulados ya que parecen como si estuvieran nevados). Y trás varios hachazos aquí y allá y tras recortar las ramas de abajo para que no estorben al sembrarlo, ya teníamos nuestro pino listo para empacar. Si, han entendio bien, para empacarlo.

En el "super" de los pinos tienen una maquinita que es como un embudo: tú metes tu pino por el lado ancho, lo empujas y sale por el estrecho recubierto de una tela o plástico o yo que se qué es. Lo cojes, lo pagas, lo atas a la vaca del coche y te lo llevas a casa. ¿El precio? Yo sólo vi darle a la señora 12e, pero había un cartel que ponía no se que de 170e... es lo que tiene no entender un idioma.

En la misma entrada a la finca, un puestecito de cafés y glühwein. Me tomé un vasito y éste estaba bastanta bueno. Era  solamente vino rojo caliente, sin sabor a cherry ni nada de eso, y no estaba mal. Nos lo sirvieron con unas pastas y gomitas para los niños.

Bueno, esto es todo lo que os puedo contar sobre el inmenso mundo de los pinos !!!!!!!!

Ha sido un buen fin de semana. La gente de Wurzburgo es muy agradeble y se portan muy bien conmigo. Me gusta ir allí, y además es un pueblo precioso y se come bastante bien, sobretodo en ese Biergarten al que no faltamos nunca cada vez que vamos: bueno, bonito y barato... que más se puede pedir !!!!

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